La pandemia causada por el nuevo coronavirus COVID-19 está aumentando actualmente en todo el mundo y la crisis resultante también está teniendo un gran impacto en los sistemas de salud. Los médicos1 y las principales asociaciones profesionales, como el Colegio Americano de Cardiología (ACC), ahora exigen la implementación rápida de la telemedicina para romper las cadenas de infección y aliviar la carga del sistema de salud.

Si bien los hospitales y las prácticas médicas están llegando a sus límites con sus recursos, la única medida sensata en caso de sospecha de infección es evitar el contacto personal con otras personas. El distanciamiento social también se recomienda al público en general y muchos países tienen toques de queda, prohibiciones de contacto y otras medidas para minimizar la propagación de la infección. Por lo tanto, las recomendaciones oficiales ahora recomiendan contactar a médicos o clínicas por teléfono. Sin embargo, los casos sospechosos de enfermedad cardiovascular en particular podrían tratarse de manera mucho más eficiente. Esto se demuestra mediante dispositivos médicos basados en aplicaciones basados en tecnologías de ECG móviles que ya están disponibles en la actualidad.

"Un Tele-ECG móvil (CardioSecur) puede ayudar muy fácilmente a los pacientes con COVID-19 con afecciones cardíacas a detectar rápidamente posibles complicaciones sin tener que salir de casa. La implementación de la atención telemédica debería comenzar de inmediato", exige el Dr. Niels Jacobsohn, cardiólogo de Berlín. . De hecho, los pacientes cardíacos tienen un riesgo significativamente mayor si se enferman con el nuevo coronavirus y, según los números de casos hasta la fecha, aproximadamente el 40% de los pacientes hospitalizados con COVID-19 padecen enfermedades cardiovasculares crónicas.

Por lo tanto, el ACC también recomienda la identificación rápida y el aislamiento de pacientes cardiovasculares con síntomas COVID-19 de otros pacientes. Sin embargo, los síntomas de una infección por COVID-19 pueden superponerse con los síntomas clásicos y los cuadros clínicos típicos de infarto agudo de miocardio (IAM) y existe un riesgo de diagnóstico insuficiente. Aquí, también, un ECG móvil puede apoyar el diagnóstico.

Otra ventaja decisiva de la telemedicina es la mejora estructural para clínicas y prácticas médicas totalmente utilizadas. "La atención nacional para pacientes cardíacos con un tele-ECG móvil ahora es necesaria. Puede aliviar enormemente las clínicas y, por ejemplo, prevenir una infección adicional por parte del personal de la clínica sin síntomas. Los cardiólogos ahora usan CardioSecur", dice el Dr. Jacobsohn. Los pacientes sin síntomas de COVID-19 que necesitan un diagnóstico de ECG simplemente pueden enviarlo desde su casa a su médico de cabecera, cardiólogo o internista. Los pacientes que ya dieron positivo para COVID-19 y tienen un mayor riesgo cardiovascular pueden registrar un ECG en el hogar en cuarentena y recibir un desencadenante para actuar. El médico personal obtiene información sobre el ECG y, en la mayoría de los casos, puede hacer un diagnóstico sin contacto personal. En caso de eventos cardíacos graves, estos

Los pacientes COVID-19, si bien son tratados de varias formas en este momento, tienen que ser monitoreados en su funcionamiento cardíaco, ya sea por temas de embolia, coágulos y/o por los medicamentos, ya que pueden incidir en cambios del QTc del paciente.

Cada paciente tendrá un equipo médico CardioSecur en su sala o domicilio con el fin que pueda realizar su registro del electrocardiograma, sin intervención del profesional de salud de piso. Esta modalidad permite que el médico especialista realice el informe de diagnóstico y control sin contacto con el paciente afectado.